viernes, 9 de abril de 2010

Saturadas de chocolates... Bueno, no, para qué engañaros

Hoy hemos pasado una tarde perfecta, a saber: 6 chicas solas en casa, más la presencia espiritual de Carla -qué yu-yu-. Hemos comido una riquísima lasagna (lo de riquísma os lo aseguro yo, que he sido la que la ha preparado) y una ensalada de canónigos, fresas y mozzarella, que no tiene nada que envidiar a las de Arzak. 

Después de comer hemos dejado a 4 zánganas en el sofá viendo una peli -original, por supuesto, que nosotras no sabemos lo que es piratear, no vaya a ser que nos lea alguien del Ministerio de Cultura y le de por cerrarnos el blog- y Cristina y yo nos hemos dedicado a preparar el postre (sí, Elena nos ha dejado en la estacada).

Quizá resultemos cansinas, pero sí, hemos hecho brownie... ¡Cómo iba a saber yo que estas niñas se iban a volver adictas! Voy a ir buscando una clínica de desintoxicación, que son muy jóvenes para caer en los vicios.

Pero vamos a lo importante, que la rehab puede esperar hasta después de enseñaros nuestra Tarta de tres chocolates:


Ingredientes:
  • 150 gr de cada uno de los tres chocolates conocidos por el hombre, esto es, blanco, con leche y negro.
  • 150 gr de azúcar.
  • 750 ml de nata.
  • 750 ml de leche.
  • 3 sobres de cuajada.
  • 1 paquete de galletas María.
  • 60 gr de mantequilla.

Preparación:

Hay que decir que hay que ir preparando capa por capa y esperando un rato a que se enfríe para poder colocar la siguiente. Si no esperas lo suficiente te pasará lo que a nosotras la primera vez, que los chocolates en vez de verse por capas parecen "olas juguetonas", pero bueno, eso sólo hace que sea más artística, porque está igual de buena, damos fe.

Primero hay que hacer la base con las galletas María picadas y la mantequilla. Nosotras, que somos así de listas, hemos hecho el doble, por si las moscas y porque nos encantan las galletas. Colocas la masa en el molde y cubres bien el fondo. Guárdalo en el frigo hasta que lo necesites.

Ahora preparas las capas en el orden que más te guste, nosotras lo hemos hecho de más oscuro a más claro, pero en la siguiente (porque haremos otra versión) a lo mejor cambiamos. Todas las capas se hacen igual: cada una lleva 250 ml de nata, 250 ml de leche, 50 gr de azúcar, un sobre de cuajada  y 150 gr del chocolate en cuestión, así que ten los ingredientes separaditos, que es más cómodo. Por un lado, coges un poco de los 250 ml de leche y disuelves el sobre de cuajada y reservas. Por otro lado, viertes en un cazo el resto de los ingredientes (250 ml de nata, 50 gr de azúcar, 150 gr de chocolate y lo el resto de la leche) y lo pones al fuego sin dejar de remover. Cuando hierva, le echas la leche con cuajada que habíamos reservado y esperas a que hierva otra vez sin dejar de remover. Cuando haya hervido, lo retiras del fuego y lo viertes en el molde. Repite esta operación con cada clase de chocolate.

Problema: si no se ha enfriado la capa de chocolate que ya has vertido en el molde, no eches la siguiente, porque se te mezclarán. Yo os recomiendo que vayáis a hacer la cama, que seguro que no lo habéis hecho por la mañana, recojáis todos esos zapatos que tenéis arrinconados y, ya de paso, limpiéis el polvo. O podéis hacer lo que hemos hecho nosotras: ¡preparar dos brownies! Así os aseguráis de que quede bien la tarta. Por cierto, es mejor verter el chocolate sobre una cuchara, que directamente del cazo. Además, sabed que las capas admiten todo el chocolate que queráis (nosotras le hemos puesto un poco más de cada).

Tenemos que deciros que parece que existen "Súpercocineras" que consiguen echar todas las capas, una detrás de otra, sin esperar. Además, calientan los alimentos con un rayo láser que les sale de los ojos y montan las claras a mano, sin usar batidora. No os dejéis aconsejar por ellas, no son simples mortales.

Como siempre, hemos pasado una tarde estupenda, aunque nos estamos replanteando la presencia de "tía Pili" para próximas citas: es la que más coñazo da. Pero eso ya lo sabía desde hace un tiempo.

Añadir que la tarta se ha desmoronado un poco al sacarla del molde porque no se había enfriado lo suficiente, pero después de pasar toda la noche en el frigorífico estaba perfecta.

Venga, no hagamos rabiar a Elena. Aclaremos que su aportación ha sido inestimable: si no hubiese sido por ella se habrían quemado los brownies. Además, una vez se ha levantado del sofá, ha servido de enlace entre las zánganas y las cocineras: las comunicaciones son muy importantes. ¡Ah! También ha bajado dos veces al súper (es rapidísima: vista y no vista).

jueves, 8 de abril de 2010

Adivina, adivinanza...

Chocolate, leche, mantequilla, azúcar, galletas, nueces, nata... ¿Para qué será todo esto? ¿Y desde cuándo hay un ordenador en la cocina? ¡Todo son sorpresas!

miércoles, 7 de abril de 2010

Batir

Batir consiste en mezclar con fuerza y rápidamente con un movimiento rotatorio hacia arriba con un tenedor o batidor para aumentar el volumen agregando aire.

lunes, 5 de abril de 2010

El reencuentro

Por fin tenemos un día: el viernes 9 de abril. Será una "tarde de chicas": a I no le dejaremos entrar en casa, aunque tampoco creo que se atreva, la verdad, porque ¡vamos a ser 5 7 (Carla nos acompaña en espíritu y Almu  en cuerpo, qué digo, cuerpazo)! Hemos invitado a nuestras madres, pero sólo para mirar, que la cocina es toda nuestra.

La receta ya está decidida: tarta tres chocolates. No es la primera vez que la hacemos, pero esta vez le sacaremos fotos. Sí, también habrá brownie, pero es que eso no hace falta ni decirlo. 

Lo que tampoco hay que repetir es que estáis invitadas, así que si os asomáis el viernes a última hora os ofreceremos a un trocito de tarta. Prometido.